El yoga representa la unidad del cuerpo y la mente y, además de enfatizar la importancia de la relajación y la respiración, también enseña la conciencia corporal a través de las asanas. Con cada pose, un instructor de yoga típico pedirá al grupo que se concentre en varios aspectos físicos, incluida la posición, la función y el movimiento. Los estudios muestran que los grupos entrenados en yoga tienen una mejor conciencia de sus cuerpos que los grupos que no entrenan. 

Además, el enfoque del yoga en la movilidad y la flexibilidad puede contribuir a una mejor alineación al liberar los músculos que a menudo están tensos, como los isquiotibiales y mejora la movilidad de la columna.

La mente tiene el hábito de divagar y esto hace que nos ausentemos durante muchos ratos o que estemos haciendo las cosas de forma mecánica. Estar presente en el yoga significa estar centrado en la realidad del cuerpo ya que este no miente ni engaña, de la misma manera en que lo hace la mente. Así pues, la práctica diaria de yoga exige que permanezcas despierto, consciente y alerta mientras sientes las posturas de tu cuerpo. Recuerda que el yoga es un estilo de vida y que las posturas físicas son un aspecto importante pero no lo único a tener en cuenta así que si quieres hacer una práctica completa, te recomendamos que combines las asanas con la meditación, los trabajos de respiración (también llamados pranayamas), una buena alimentación y una vida saludable.